miércoles, 12 de marzo de 2008

CAPITULO I

EL CUENTO DE NUNCA ACABAR

CAPÍTULO I

Trata de cómo Ed regresó a su pueblo para dirigirse, llaves en mano, a una inquietante casona.

Y como salió de ella con miedo y sin llaves buscando un antiguo amor en plena Cabalgata de Reyes y lo que entonces aconteció.

Un lluvioso día de Enero, para ser exactos el 3, Ed, ese confuso héroe, se dirige con paso nervioso atravesando el solar, rumbo a una vieja casona, de la que heredó las llaves.

El día desapacible invita a no salir, invita a recordar viendo llover tras las ventanas y Ed cuando recuerda, recuerda a María, esa niña que pobló los sueños de su infancia con ese beso tímido bajo la gran higuera que aún preside el solar.

Ed, decidido, entra en la casa que resulta estar abierta, allí lo esperan unos curiosos personajes que le advierten –No se quede en esta casa señor-

El fuerte olor metálico que desprenden las llaves en contacto con sus manos, se intensifica y Ed cae desmayado, no sin antes exclamar -¡Jopelines!-

-Jopelines- Dijo Ed, de nuevo cuando volvió en si, más confuso y aturdido que de costumbre. Confusión que aumentó cuando, tras las sucias ventanas, vio aparecer a los mismísimos Reyes Magos de Oriente.

Mínimamente recuperado atravesó la creciente tormenta, una ciénaga y un cementerio en busca de un lugar donde comer algo para atemperar su estómago y puestos a hacer también atemperar su ánimo que hace aguas entre el miedo y el recuerdo de su viejo amor: María.

Entretanto María tomaba café con los tres Magos en CASA ABIGAIL mezcla de taberna y fábrica de dulces donde Abigail reina tras la barra mientras cuece albaricoques en un gran caldero en plena discusión con los Magos sobre el devenir del mundo y el precio de la fruta.

María, en un rincón, se pierde en una melancolía con olor a higos y a piel requemada por el sol de verano. De repente y a tropezones sale hacia la tormenta como si esta la reclamara.

Ed frente a la taberna, se recrea en la luz la calidez y el olor a albaricoques que desprende el local, cuando un grito lo saca de su ensimismamiento – Elduardo Jiménez DosTorres- le espeta Melchor desde la taberna -¿No me conoce?- continua Gaspar –soy yo el cabrero de la finca…- Sin dar tiempo a reaccionar a Ed, los tres Magos son apuñalados brutalmente por Abigail, o ¿Se convierten en lobos?

No hay comentarios: